Un matrimonio feliz
Sofía: ¿Y tú?, Pelonguini, ¿no piensas casarte algún día?
Pelonguini: Sí, y desearía que sean muchas veces.
Cecilia: ¡Ay, Guini! Tú siempre... cuando no... con tu poligamia.
Pelonguini: Cuando digo muchas veces me refiero que sería muy afortunado si me llego a casar varias veces con la misma mujer.
Cecilia: ¡Ay, qué lindo! Siempre tienes tu lado romántico.
Sofia: Entonces, ¿estarías dispuesto a dejar la poligamia por la mono?
Pelonguini: Miren chicas, se las pongo así, para mi el matrimonio perfecto es ese que se da a manera de cuarteto y remunerado en alguna de sus partes.
Cecilia: ¡¿Cómo?!
Pelonguini: Un hombre no necesitaría más que de tres mujeres en un solo matrimonio para ser feliz.
Cecilia: ¿Cuatro personas en un altar?, ¿de qué hablas?
Sofia: Déjalo hablar, Ceci.
Pelonguini: La primera mujer, por ende, la más indispensable, necesita cumplir una serie de aptitudes que tienen que ver más con el deber y amor que deja en él; aquella mujer tiene que ser algo menor al hombre, porque si algo se le exige en este matrimonio es que viva más años que él, sino ,¿quién cuidará de uno en su vejez con la misma diligencia y amor que lo hacia la madre?, de todas las esposas esta es la más trabajadora, por lo tanto, ella se hará cargo de todas las cosas del hogar.
Cecilia: Qué malo! A cambio de que!
Pelonguini: De todas, ella recibirá el mejor sueldo si lo desea. Pero por lo visto, aquí el amor es incondicional, por lo que con ella no tendré sexo así me dé hijos.
Sofia: Guini, te pasas, como le vas a pagar.
Pelonguini: quieren que siga con mi matrimonio contractulista a manera de cuarteto?
Sofia : Sí , por favor.
Pelonguini: Bueno, la segunda mujer también recibirá un sueldo no mayor al de la primera, a menos que a la primera no le interese. Esta mujer se caracterizará por tener un rostro muy bello así como también una complexión culta agregado de gran vitalidad en el carácter. Que mejor si mentalmente es escasa, ya que se limitará a mantenerse en forma, a vestirse y desvestirse bien, en pocas palabras, su tarea se resume a no opinar y hacer muy bien el amor.
Cecilia : Estás tratándola como una puta.
Pelonguini: Te equivocas, porque ella también será mi esposa y no le faltará nada. Y lo que concierne al sueldo, hace más formal y justa la relación, ella no recibirá su sueldo por recibos por honorarios profesionales, ya que no pagaré por sus servicios. A ella la pondré en planilla, ahí en el contrato podrá estipular cláusulas como las de no tener que trabajar con otros de lo mismo. Cosa que con recibos por honorarios la ley no lo permite. En fin de cuentas, es imposible que mi segunda esposa sea una prostituta. Un detalle también muy importante, es que ella pueda tener una hija con otro hombre, cosa que cuando ella con los años pierda los requisitos de segunda esposa, su hija cuando se haga señorita podrá subir a seguir desempeñando el papel de la madre en mi matrimonio monárquico, y así todo quedaría en familia.
Sofia: jajaja
Cecilia: ¡Qué vivo! Y... ¿cuál es esa tercera?
Pelonguini: Primeramente, con la tercera esposa jamás copularé, por lo tanto, no me interesa si los Dioses no la favorecieron con belleza, qué más da si anda en silla de ruedas. Esta mujer me proporcionará eso que la amistad muchas veces no termina de dar; por lo tanto, será algo superior a cualquier amistad por ser mi compañera inseparable. La vida está para distraerse y el intelecto entretiene, sobre todo si el carácter es afín al de uno.
Sofia: Te siento embelesado con el pronunciar de esta tu tercera mujer, se parece en parte al sentimiento común de amores de pareja.
Pelonguini: Muy por encima a cualquier relación de pareja, porque estaría enamorado de su compañía inseparable para mí, como verán, el terreno desaparece aquí por la aproximación del alma hacia el cielo. Con esta esposa, que no tendrá necesidad de un sueldo, conversaré todo el día, haremos proyectos juntos, resolveremos nuestras dudas e inquietudes, gozaremos de un blog Farniente mixto y demás cojudeces idealistas que son más mentales que sanguíneas. Y así ir envejeciendo hasta que un día la muerte nos titubee para volver a ser felices para siempre.
Si con esas tres mujeres me puedo casar en una pomposa iglesia que albergue muchas religiones, a buena hora,! Ahora díganme Cecilia y Sofía , ¿acaso no soy el ser más pacífico de la tierra? , no nací para odiar ni mucho menos mentir.
Cecila: ¡Sos un iluso, Guini! No te pases pues, tres mujeres, no, podrás conseguir tres mujeres en una.
Pelonguini: ¿Que cumpla respetar cada uno de sus papeles?
Sofia: ¡Ja, ja, ja!
Pelonguini: ¿Qué pasa si tengo sexo con la primera? Pues se revelará por estrés, se hará posesiva y discutiríamos todo el día, porque ella dejaría de amar para querer, tiraría la bondad de su corazón para engordar la maldad de su egoísmo. Que pasa si a la segunda le designo el trabajo de la primera? La verdad no querría, y si lo hace, se engañaría porque pediría condiciones, y ¿si a esta le mando hacer lo de la tercera? Su frívolo cerebro no le daría; lo que es peor aún, que sucedería si me ayunto a la tercera que vendría a ser lo más lógico si ando tan enamorado como digo, pues nada, empezaría el tormento de mi matrimonio y me llenaría de males.
Cecila y sofia : ¡Ja, ja, ja!
Cecilia: ¡Ajá! Definitivamente eres ambicioso y no un loco.
Pelonguini: Para ser feliz no hay que ser ambicioso , ustedes preguntaron, que opinaba sobre el matrimonio, yo solo me acordé un rato del infierno del matrimonio de mis amigos , y les solté una utopía que solo un loco puede expresarla y tres locas respetarlas. ¡Adiós muchachas!
Pelonguini: Sí, y desearía que sean muchas veces.
Cecilia: ¡Ay, Guini! Tú siempre... cuando no... con tu poligamia.
Pelonguini: Cuando digo muchas veces me refiero que sería muy afortunado si me llego a casar varias veces con la misma mujer.
Cecilia: ¡Ay, qué lindo! Siempre tienes tu lado romántico.
Sofia: Entonces, ¿estarías dispuesto a dejar la poligamia por la mono?
Pelonguini: Miren chicas, se las pongo así, para mi el matrimonio perfecto es ese que se da a manera de cuarteto y remunerado en alguna de sus partes.
Cecilia: ¡¿Cómo?!
Pelonguini: Un hombre no necesitaría más que de tres mujeres en un solo matrimonio para ser feliz.
Cecilia: ¿Cuatro personas en un altar?, ¿de qué hablas?
Sofia: Déjalo hablar, Ceci.
Pelonguini: La primera mujer, por ende, la más indispensable, necesita cumplir una serie de aptitudes que tienen que ver más con el deber y amor que deja en él; aquella mujer tiene que ser algo menor al hombre, porque si algo se le exige en este matrimonio es que viva más años que él, sino ,¿quién cuidará de uno en su vejez con la misma diligencia y amor que lo hacia la madre?, de todas las esposas esta es la más trabajadora, por lo tanto, ella se hará cargo de todas las cosas del hogar.
Cecilia: Qué malo! A cambio de que!
Pelonguini: De todas, ella recibirá el mejor sueldo si lo desea. Pero por lo visto, aquí el amor es incondicional, por lo que con ella no tendré sexo así me dé hijos.
Sofia: Guini, te pasas, como le vas a pagar.
Pelonguini: quieren que siga con mi matrimonio contractulista a manera de cuarteto?
Sofia : Sí , por favor.
Pelonguini: Bueno, la segunda mujer también recibirá un sueldo no mayor al de la primera, a menos que a la primera no le interese. Esta mujer se caracterizará por tener un rostro muy bello así como también una complexión culta agregado de gran vitalidad en el carácter. Que mejor si mentalmente es escasa, ya que se limitará a mantenerse en forma, a vestirse y desvestirse bien, en pocas palabras, su tarea se resume a no opinar y hacer muy bien el amor.
Cecilia : Estás tratándola como una puta.
Pelonguini: Te equivocas, porque ella también será mi esposa y no le faltará nada. Y lo que concierne al sueldo, hace más formal y justa la relación, ella no recibirá su sueldo por recibos por honorarios profesionales, ya que no pagaré por sus servicios. A ella la pondré en planilla, ahí en el contrato podrá estipular cláusulas como las de no tener que trabajar con otros de lo mismo. Cosa que con recibos por honorarios la ley no lo permite. En fin de cuentas, es imposible que mi segunda esposa sea una prostituta. Un detalle también muy importante, es que ella pueda tener una hija con otro hombre, cosa que cuando ella con los años pierda los requisitos de segunda esposa, su hija cuando se haga señorita podrá subir a seguir desempeñando el papel de la madre en mi matrimonio monárquico, y así todo quedaría en familia.
Sofia: jajaja
Cecilia: ¡Qué vivo! Y... ¿cuál es esa tercera?
Pelonguini: Primeramente, con la tercera esposa jamás copularé, por lo tanto, no me interesa si los Dioses no la favorecieron con belleza, qué más da si anda en silla de ruedas. Esta mujer me proporcionará eso que la amistad muchas veces no termina de dar; por lo tanto, será algo superior a cualquier amistad por ser mi compañera inseparable. La vida está para distraerse y el intelecto entretiene, sobre todo si el carácter es afín al de uno.
Sofia: Te siento embelesado con el pronunciar de esta tu tercera mujer, se parece en parte al sentimiento común de amores de pareja.
Pelonguini: Muy por encima a cualquier relación de pareja, porque estaría enamorado de su compañía inseparable para mí, como verán, el terreno desaparece aquí por la aproximación del alma hacia el cielo. Con esta esposa, que no tendrá necesidad de un sueldo, conversaré todo el día, haremos proyectos juntos, resolveremos nuestras dudas e inquietudes, gozaremos de un blog Farniente mixto y demás cojudeces idealistas que son más mentales que sanguíneas. Y así ir envejeciendo hasta que un día la muerte nos titubee para volver a ser felices para siempre.
Si con esas tres mujeres me puedo casar en una pomposa iglesia que albergue muchas religiones, a buena hora,! Ahora díganme Cecilia y Sofía , ¿acaso no soy el ser más pacífico de la tierra? , no nací para odiar ni mucho menos mentir.
Cecila: ¡Sos un iluso, Guini! No te pases pues, tres mujeres, no, podrás conseguir tres mujeres en una.
Pelonguini: ¿Que cumpla respetar cada uno de sus papeles?
Sofia: ¡Ja, ja, ja!
Pelonguini: ¿Qué pasa si tengo sexo con la primera? Pues se revelará por estrés, se hará posesiva y discutiríamos todo el día, porque ella dejaría de amar para querer, tiraría la bondad de su corazón para engordar la maldad de su egoísmo. Que pasa si a la segunda le designo el trabajo de la primera? La verdad no querría, y si lo hace, se engañaría porque pediría condiciones, y ¿si a esta le mando hacer lo de la tercera? Su frívolo cerebro no le daría; lo que es peor aún, que sucedería si me ayunto a la tercera que vendría a ser lo más lógico si ando tan enamorado como digo, pues nada, empezaría el tormento de mi matrimonio y me llenaría de males.
Cecila y sofia : ¡Ja, ja, ja!
Cecilia: ¡Ajá! Definitivamente eres ambicioso y no un loco.
Pelonguini: Para ser feliz no hay que ser ambicioso , ustedes preguntaron, que opinaba sobre el matrimonio, yo solo me acordé un rato del infierno del matrimonio de mis amigos , y les solté una utopía que solo un loco puede expresarla y tres locas respetarlas. ¡Adiós muchachas!
Siempre habrá una persona que pese más que el resto, la favorita si quieres llamarlo asi, la preferida, la catedral jaja yo prefiero llamarla LA ROSA UNICA, como en el Principito, cuando dice: "SE QUE EN ALGUN LUGAR DEL MUNDO EXISTE UNA ROSA UNICA DISTINTA DE TODAS LAS DEMAS ROSAS, UNA CUYA DELICADEZA, CANDOR E INOCENCIA HARAN DESPERTAR DE SU LETARGO A MI ALMA Y MI CORAZON" siempre habra una que valga más que el resto y que te convenza que la vida con ella será mucho más bonita.
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