"Conferencia de Polvustóteles sobre la la voluntad de morir como voluntad para seguir viviendo"

Esta conferencia fue dictada en el auditorio de la Escuela Nacional Autónoma del Arte del Flirteo, institución en la que me desempeño como docente en el curso de lógica I y antropología del gileo II. En este caso fue invitado el vagabundo e ilustre sofista Polvustóteles, para dictar una conferencia sobre el ya mencionado tema. Espero que sea de su agrado, y si es posible, que esta exposición cale en cada uno de sus tuétanos e  intestinos, Sin mas, me despido , dejándolos con los aplausos de bienvenida al gran Polvustóteles.




Muy buenas noches al público asistente y a los que están desde sus hogares escuchándonos por Skype... Me he dado cuenta con el correr de los años y decurso de mis libros y conferencias, que jamás fue de mi gusto ayudar ni aconsejar a  nadie, por el hecho de que el mejor consejo siempre será el que jamás se da y la mejor ayuda la que jamás se esperó; pero en fin, si hay algo que de no poco valor escribir pude  se los haré presente; porque si tiene un gran valor, ese gran valor es el que solo puedo proporcionármelo a mí mismo, y, ¿por qué no, a unos cuantos más?. Me gustaría expresarlo de mejor manera, pero últimamente ando entorpecido, y si no lo expreso ahora es probable que jamás lo dicte; es más, parece que ya perdió mucho de su fuerza prístina, pero igual, la aprensión  perdura, porque es en el espíritu donde siempre se agita. Demostraré  que este problema  que tanto da que hablar y tanto nos ha preocupado siempre a los humanos, porque a todos en el mundo de alguna manera se nos presenta, solo es y será en sí, privilegio para unos cuantos.

Amar es dar sin intentar recibir nada a cambio ¡Qué dar! Amar es un darse como ser humano pensando que es el último momento de la vida. El amar es una voluntad de morir, y, ¿qué es lo que hace maravilloso al amor?, pues que exista otro ser que lo retribuya con la misma fuerza, que ya de por sí, sentirás que esa fuerza es más inmensa e infinita aún. Observemos el pasaje de la infancia, donde aún no cobramos conciencia del concepto de amor por el hecho de no haber sido vivido aun en las fibras más internas de nuestra esencia íntima: 

Un niño que siente una gran inclinación, de la más inocente por una linda niña de brillantes trenzas, trenzas que realzan el ánimo del niño junto con su sonrisa; por impulso, el niño le da un beso a la niña en la mejilla y no sabe por qué, pero él  ya no pertenece a este mundo, porque está más lejos de él; la niña sonríe mucho y hace lo mismo. Acaso ese retribuido  beso no  es un sobrevivir? Un devolvernos de nuevo a la vida?, lanzarnos de nuevo a ella para verla  más plena en su conjunto?, sentirla en su máxima manifestación? Figúrense lo que debe ser  haber estado al borde de la muerte y recobrar  la salud, el brillo de los ojos en ambos casos es casi similar.

Sentir la vida en su máxima manifestación; El amor no es más que  para el valiente!, porque es una fatalidad; y sí, para el valiente que tiene voluntad de irse y se da a cada momento como si fuese el último instante de su vida acompañado de un impulso voluntario infinito; Así que el enamorarse no es más que una tontería mal pensada por efecto de la vanidad, a lo que quiero llegar es que la desdicha del amor estriba en  estancarse en el enamoramiento o adormecimiento iluso.


El arte es dar sin intentar recibir nada a cambio; el sentir algo y decirlo  es ya bastante, pero para muchos no suficiente.

¿Evitar los celos?, existen muchas maneras  que no nos satisfacen o no nos convencen, no hay manera alguna de extirpar ese molesto órgano que  es tan real como el odio; pero sí podemos darle una gratísima indiferencia ingenua. Explicaré una manera bastante sublime de cómo evitarlos, pero que esté claro que jamás  me dirijo a todos:

Sobrado sabemos que solo podemos enamorarnos de alguien que sentimos es superior a nosotros y lo expresamos con admiración, esto no tiene nada que ver con las cualidades intelectuales, porque como también sabemos, el que elije no es el cerebro sino el instinto; en el compromiso matrimonial no sé, eso sí, ahí donde baja el grado de intensidad en el amor es donde empieza el compromiso. Entonces,  Tememos que nuestra pareja se enamore de otro porque sentimos que es superior a nosotros y está propensa a engañarnos por el grado de inferioridad que nos atribuimos  nosotros mismos; muchas veces pedimos confianza pero no es suficiente y también lo demostraré. Asimismo, sabemos que cuando amamos no podemos comparar a la persona amada, pero eso no quiere decir que estemos exentos. Bueno, el mejor método será nada más que el de sentirse ambos como los seres más sublimes  y perfectos de la tierra, y ver a los demás, qué mejor si prejuiciosamente como seres  inferiores, de tal forma que ese amor olímpico se consagre en el Olimpo de ambos. Ustedes dirán tal vez, que fácil suena decir utopías así, y si, ustedes tienen razón  ya que no es lo que habitualmente  pasa, ¿pero, por qué? por un efecto armonioso que en virtud del amor siempre sucede.

Tendrán que aplicar la finalidad del amor que es el de darse por completo sin esperar nada a cambio y recibir  con la misma fuerza y sentimiento con la que fue retribuido  sin estancarnos mucho en el enamoramiento, ya verán que tanto influye el tiempo del encanto en sus desdichas. Si se dan recíprocamente ya de por sí confiarán y no sospecharán. Y ahora, de qué manera, en qué momento, aparece la tercera persona que puede ser dada a separarlos? o mejor dicho por qué?, nada más que por el estancamiento del enamoramiento, del adormecimiento de la vanidad ilusa, del descuido del darse, porque el amor tiende a ennoblecernos; y  que se puede esperar de un ser ennoblecido? Pues nada, que esté propenso a enamorarse de cualquier cosa, todo eso aunque no lo sospeche, porque está ennoblecido en el descuido del enamoramiento; sólo bastará de que  un tercero tenga la suerte de poder entrar como  entre  millones de espermatozoides  entra uno solo en el momento más propicio y porque no casual; la velocidad con que se manifestó el amor no tiene porque ser menos rápida, así es como reaccionan las inclinaciones.

Así  que no tenemos por qué esperar a que el amor nos ennoblezca, sino nosotros mismos ennoblecerlo a él, no se preocupen si no tienen imaginación, ya de por sí, el amor se lo proporcionará, cosa que tampoco hay que abusar. Así que no  existe otra manera de ennoblecer el amor  que dando , dando , dando .. Y hasta cuando te lo preguntarás, con esto es más que suficiente para saber cuánta grandeza de espíritu tienes.


Para los que se asustan de sí mismos, ya saben que el amor no desaparece de manera súbita; sino, que al amor se le descuida de tanto andar enamorados y no actuar. Por ejemplo: Ud. solo puede ver a su amada una vez por semana, se termina la cita y queda encantado; entonces, pasan los días y ya empieza acuciarle la zozobra; esa inquietud no es más que la sospecha manifestada, ¿por qué razón? Nuevamente voy a lo mismo, que no es más que efecto del analgésico inactivo del amor. Mientras no se puedan ver, lo mejor será dedicarse a una actividad, que mejor si para ella, pensando en ella o por ella y viceversa; por eso mismo, los seres humanos nos vimos en la necesidad de hacer arte, porque el amor es la más grande  de todas las necesidades, así que el amor es el arte más sublime que haya existido a lo largo de la historia.


Y para terminar, aunque sea duro decirlo, todas las personas que no tengan espíritus de artistas o por lo menos no pretendan tenerlo, merecen su suerte. Muchas Gracias.




                                                                                   Conferencia dictada El viernes 2 de marzo de 2085 en la isla de barranco


                       Pelonguini

Comentarios

  1. palmas!!,palmas!!, aplausos!!!, ixe parece que somos solo 2 los asistentes a la conferencia....en fin , si la conferencia fue en PERU hasta los aplausos o reconocimientos son IMPUNTUALES.
    Maravilloso JP.
    CONGRATULIEREN!!

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  2. Gracias por compartir parte de los fundamentos Polvustotélicos!

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