“Pelonguini , Rey de multitudes”
Pelonguini: Está bien, ya no hablaré más de mí por ahora, pero conste que las promesas siempre son momentáneas. Todos: Si, mejor; das risa, pero nunca tanto, ¿manyas? ¡Cuéntanos cosas más inteligentes con qué distraer nuestro día! Pelonguini: ¡Qué alentador escuchar sus voces en conjunto! Multitud: Sí ¡Todos juntos! Pelonguini: Mmm... Todos: ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? Pelonguini: … Todos: ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¡Qué pasa, Pelonguini! Pelonguini: S oy timido. Todos: ¡Ja, ja, ja! jJa, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Pelonguini: ¡Ya basta! ¡Está bien! A partir de esta hora solo escribiré cosas claras, que para su interés se mostrarán siempre interesantes. Olvídense de mí y concéntrense en el tema, qué mejor si a manera de diálogos, los espaciados harán siempre más frescas las lecturas. No solo publicaré temas de mi interés, sino también, los temas que me soliciten ustedes; por lo tanto, todo resultará más democrático en nuestro mundo; eso