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Mostrando entradas de febrero, 2010

“Pelonguini , Rey de multitudes”

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Pelonguini: Está bien, ya no hablaré más de mí por ahora, pero conste que las promesas siempre son momentáneas. Todos: Si, mejor; das risa, pero nunca tanto, ¿manyas? ¡Cuéntanos cosas más inteligentes con qué distraer nuestro día! Pelonguini: ¡Qué alentador escuchar sus voces en conjunto! Multitud:  Sí ¡Todos juntos! Pelonguini: Mmm... Todos: ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? Pelonguini: … Todos: ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¡Qué pasa, Pelonguini! Pelonguini:  S oy timido. Todos:  ¡Ja, ja, ja! jJa, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Pelonguini:  ¡Ya basta! ¡Está bien! A partir de esta hora solo escribiré cosas claras, que para su interés se mostrarán siempre interesantes. Olvídense de mí y concéntrense en el tema, qué mejor si a manera de diálogos, los espaciados harán siempre más frescas las lecturas. No solo publicaré temas de mi interés, sino también, los temas que me soliciten ustedes; por lo tanto, todo resultará más democrático en nuestro mundo; eso

“pelonguini , retrato físico de un pingorotudo”

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Si de mi nombre ya tienen las raíces. ¿Por qué no empezar a describir mi retrato físico desde los pies? Me jacto de calzar poco a pesar de que no me crean; dicen las zapaterías que solo tengo cuarenta y uno de pie. No tengo ni la forma egipcia ni mucho menos la romana, pero la forma del griego a mi me va bien. Los que descalzos me vieron, ramificación de venas notaron en tan enjuto pie. Quien lo observa en su extensión, dará con tamaña prominencia de tobillos. Si empezamos a subir, como quien une el pie con la pierna, notará que la tibia tan peluda no es; por lo delgado, si no hubieran pantorrillas, confundirían ambas piernas con patas de alguna banca de juguería. Si tocamos ya las pantorrillas, podríamos subir a las rodillas ¡Tanto distrae aquella estructura, que ningún diseño iguala tamaña arquitectura! Mis muslos musculosos no son, pero encuentra armonía siempre con próximas anatomías. Describir un falo con armonía cuesta tanto como hablar en público de una orgía, ia

“Bienvenida a pelonguini y su etimología”

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Hola a todos, sin excluir a nadie y mucho menos a mí. Primeramente no sé si presentar a Pelonguini o presentar al blog. Bueno... sin necesidad de armar más pelotas, describir a uno resulta tan entretenido, que de consuno, la personalidad del blog se levantará como por vía de encantamiento. Existen individuos o “personajes” que les incomoda hablar de uno mismo en público y detestan que hablen los demás de sí. Sin que parezca presuntuoso ni mucho menos “modesto”, no hay nada que ame Pelonguini más en este mundo que hablar de sí mismo y que los demás hablen de él como si él fuese un extraño; por la misma razón que razono con indiscreción, culminaré de escribir y describir en tercera persona. Nací una mañana de julio, después de un golpe súbito que recibí en mi prominente cráneo, armándose tremendo baile neuronal, que tamaña orgía terminó en cortocircuito, que tuvo como desenlace, mis también tan prominentes testículos. Desde aquel día todo era nuevo, insólito e interrogante para mí;